jueves, 8 de diciembre de 2011

Por esas casualidades volví. Igual es extraño comenzar a escribir en algo que ya estaba escrito y que ya no se siente tan mío. Que se siente de hecho hasta lejano. Quizás sean las personas, las cosas, los libros, las canciones, los años que han pasado. Pero es extraño (nuevamente) porque a la vez siento que no ha pasado nada y que he hecho de estos dos años, nada. Que todo se resume a nada. Es como cuando te preguntan "oye, ¿qué contay?" y uno aunque haya estado toda la tarde llenando cada espacio de tiempo en algo responde: nada. Y no solo me refiero a estos (¿dos?)años que no he escrito, sino también a estos seis años en el Carmela, en estos doce años de colegio sin hacer nada. Es tan extraña esa palabra porque curiosamente nada está compuesta por dos vocales abiertas, llenas de todo.

Qué fome creo que mejor me voy a estudiar para la pe-ese-u.

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